El octavo paso del discipulado – Mateo 5:10-12

En el octavo paso aprendemos a tener paz, incluso en medio de un sufrimiento horrible, incluso siendo lentamente torturados hasta la muerte o perseguidos por nuestra fe.

El octavo paso del discipulado

Mateo 5:10-12: Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia: porque de ellos es el reino de los cielos.  Bienaventurados sois cuando os vituperaren y os persiguieren, y dijeren de vosotros todo mal por mi causa, mintiendo.  Gozaos y alegraos; porque vuestra merced es grande en los cielos: que así persiguieron á los profetas que fueron antes de vosotros. 

  • El primer paso del discipulado fue un corazón roto por nuestra condición pecaminosa, nuestra condición espiritual sin Cristo.
  • El segundo paso es el arrepentimiento cuando lloramos por nuestros pecados.  Dios, a través de su palabra, rompe nuestro corazón por nuestra condición pecaminosa.  Luego corremos hacia los brazos del perdón de Dios con lágrimas de arrepentimiento.
  • En el tercer paso del discipulado comenzamos el proceso de volvernos más como Jesús en persona y carácter.  Comenzamos a ver el fruto del nuevo nacimiento que tenemos en Cristo.  El Señor nos ayuda en esta etapa a pensar menos en nosotros mismos y más en los demás.  
  • En el cuarto paso del discipulado, tenemos una tremenda hambre y sed de la Palabra y la justicia del Señor.  Comenzamos a buscar más su sabiduría estando cerca del pueblo de Dios y su palabra.  Es después del nuevo nacimiento que buscamos el bautismo bíblico a través de una iglesia local como lo encontramos en el Nuevo Testamento.  
  • En el quinto paso, continuamos viendo un crecimiento en nuestra vida espiritual.  Comenzamos a mostrar misericordia en todo lo que hacemos, incluso si tenemos derecho a exigir justicia.  Con cada paso de acercarnos a Su voluntad, nos mostramos más fuertes en el Señor y en el poder de Su fuerza. 
  • En el sexto paso comenzamos a ver situaciones de la vida extremadamente difíciles desde la perspectiva de Dios.  Puede que no siempre entendamos el por qué, pero nuestro corazón está seguro de que Él tiene un plan y que Él tiene el control.  También confiamos en que algún día no estaremos en presencia de estas dificultades, sino que estaremos en presencia de nuestro salvador. 
  • En el séptimo paso como Jesús comenzamos a calmar las tormentas que nos rodean.  Primero vemos el plan de Dios para la paz en el alma y queremos traer un poco de la paz que experimentaremos en el cielo a las vidas que nos rodean. 
  • En el octavo paso aprendemos a tener paz, incluso en medio de un sufrimiento horrible, incluso siendo lentamente torturados hasta la muerte o perseguidos por nuestra fe.

Job 5:17:  He aquí, bienaventurado es el hombre á quien Dios castiga: Por tanto no menosprecies la corrección del Todopoderoso.

Job 14:1: EL HOMBRE nacido de mujer, Corto de días, y harto de sinsabores:

Job 23:10: Mas él conoció mi camino: Probaráme, y saldré como oro.

Salmos 119:143: 

Aflicción y angustia me hallaron: Mas tus mandamientos fueron mis deleites.

Eclesiastés 7:2: Mejor es ir á la casa del luto que á la casa del convite: porque aquello es el fin de todos los hombres; y el que vive parará mientes.

Isaías 63:9: En toda angustia de ellos él fué angustiado, y el ángel de su faz los salvó: en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días del siglo.

Romanos 8:18: Porque tengo por cierto que lo que en este tiempo se padece, no es de comparar con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada.

2 Corintios 4:16-17: Por tanto, no desmayamos: antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior empero se renueva de día en día.  Porque lo que al presente es momentáneo y leve de nuestra tribulación, nos obra un sobremanera alto y eterno peso de gloria;

Hebreos 12:11: Es verdad que ningún castigo al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; mas después da fruto apacible de justicia á los que en él son ejercitados.

1 Pedro 1:7: Para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual perece, bien que sea probado con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando Jesucristo fuera manifestado:

1 Pedro 4:12:  Carísimos, no os maravilléis cuando sois examinados por fuego, lo cual se hace para vuestra prueba, como si alguna cosa peregrina os aconteciese;

Apocalipsis 7:14: Y yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Éstos son los que han venido de grande tribulación, y han lavado sus ropas, y las han blanqueado en la sangre del Cordero.

¿Qué podemos aprender?

  • Podemos aprender que nuestro placer momentáneo no es el enfoque principal del plan de Dios.  ¡Dios tiene un plan y está dirigiendo cuidadosamente a su pueblo!
  • Podemos aprender que los pasos progresivos del discipulado muchas veces nos llevan por caminos difíciles que no tienen sentido para nosotros durante el momento que lo estamos experimentando. (por ejemplo, Salmo 23: 4) 
  • ¡Podemos aprender a ver todo lo que sucede como parte de nuestra caminata temporal que culmina en una alegría eterna!

Todos los versos usados ​​hoy son de la versión Reina Valera 1909

Programa del Podcast:
  • Domingo – Enseñanza a través de libros de la Biblia.
  • Lunes – Escuchemos la Palabra de Dios – Lectura repasando toda la Biblia.
  • Martes – Profundicemos en Su Palabra: Estudios de palabras bíblicas.
  • Miércoles – Cómo reconocer una iglesia bíblica: Un estudio de la doctrina cristiana
  • Jueves – Profundicemos en nuestro discipulado – Matrimonio, Familia y Finanzas
  • Viernes – Preparémonos para dar una respuesta – Cómo compartir nuestra fe
  • Sábado – Un momento de alabanza y oración
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Forma más breve en Youtube:

Efesios 3.20-21 – La abundancia de mi Dios

“Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,
nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.”
Tito 3.4-7

La abundancia de mi Dios 

Su poder es abundante 

“Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,

a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.”

Efesios 3.20-21

Su sabiduría es abundante 

Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”

Santiago 1.5

Su provision es abundante 

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.”

Filipenses 4.19

Su redención es abundante 

“Espere Israel a Jehová,

Porque en Jehová hay misericordia,

Y abundante redención con él;

Y él redimirá a Israel

De todos sus pecados.” 

Salmo 130.7-8

Su gracia es abundante 

“Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos.”

Hechos 4.33

“Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús.”

1 Timoteo 1.14

Su misericordia es abundante 

“Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa;

Adoraré hacia tu santo templo en tu temor.”

Salmo 5.7

 

Su bendición es abundante 

“Y te hará Jehová tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Jehová volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres,

cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.”

Deuteronomio 30.9-10

Su bondad es abundante 

“Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,

nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,

el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,

para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.”

Tito 3.4-7

La entrada en el reino de Dios es abundante 

Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.”

2 Pedro 1.11

La vida que nos ofrece es abundante 

“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.”

Juan 10.10-11

 

 

Génesis 39 – La prosperidad que Dios puede dar

Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel.

Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía.

No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.

La prosperidad que Dios puede dar

“Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá.

Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio.

Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano.

Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía.

Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo.

Y dejó todo lo que tenía en mano de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia.

Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo.

Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene.

No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?

Hablando ella a José cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella,

aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí.

Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió.

Cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera,

llamó a los de casa, y les habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo para que hiciese burla de nosotros. Vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces;

y viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó y salió.

Y ella puso junto a sí la ropa de José, hasta que vino su señor a su casa.

Entonces le habló ella las mismas palabras, diciendo: El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme.

Y cuando yo alcé mi voz y grité, él dejó su ropa junto a mí y huyó fuera.

Y sucedió que cuando oyó el amo de José las palabras que su mujer le hablaba, diciendo: Así me ha tratado tu siervo, se encendió su furor.

Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel.

Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel.

Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía.

No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.”

Génesis capítulo 39