El arrepentimiento y la oración de los creyentes – Cultivando una vida de oración

Ten misericordia de mí, o! Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus miseraciones rae mis rebeliones. 

Cultivando una vida de oración

El arrepentimiento y la oración de los creyentes

Salmos 51:1-19: 

1 Al Vencedor: Salmo de David, cuando vino a él Natán el profeta, después que entró a Batseba.  Ten misericordia de mí, o! Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus miseraciones rae mis rebeliones. 

2 Aumenta el lavarme de mi maldad; y límpiame de mi pecado. 

3 Porque yo conozco mis rebeliones: y mi pecado está siempre delante de mí. 

4 A ti, a ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos: porque te justifiques en tu palabra, y te purifiques en tu juicio. 

5 He aquí, en maldad he sido formado: y en pecado me calentó mi madre. 

6 He aquí, la verdad has amado en lo íntimo: y en lo secreto me hiciste saber sabiduría. 

7 Purifícame con hisopo, y seré limpio: lávame, y seré emblanquecido más que la nieve. 

8 Házme oír gozo y alegría: y harán alegrías los huesos que moliste. 

9 Esconde tu rostro de mis pecados: y rae todas mis maldades. 

10 Críame, o! Dios, un corazón limpio: y renueva un espíritu recto en medio de mí. 

11 No me eches de delante de ti: y no quites de mí tu Santo Espíritu. 

12 Vuélveme el gozo de tu salud: y el Espíritu voluntario me sustentará. 

13 Enseñaré a los prevaricadores tus caminos: y los pecadores se convertirán a ti. 

14 Escápame de homicidios, o! Dios, Dios de mi salud: cante mi lengua tu justicia. 

15 Señor, abre mis labios, y denuncie mi boca tu alabanza. 

16 ¶ Porque no quieres sacrificio, que, si no, yo lo daría: holocausto no quieres. 

17 Los sacrificios de Dios es el espíritu quebrantado: el corazón contrito y molido, o! Dios, no menospreciarás. 

18 Haz bien con tu buena voluntad a Sión: edifica los muros de Jerusalem. 

19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto, y el quemado: entonces ofrecerán sobre tu altar becerros.

Estructura del Salmo 51:

1-2 Prólogo, David busca el perdón personal 

       3-5 Confesión 

              6 Instrucción 

                     7-8 Súplica de perdón 

                            9 Esconder y borrar 

                                   10 Un corazón limpio y un espíritu recto 

                            11 Echar y quitar 

                     12 Súplica de restauración 

              13-15 Instrucción 

       16-17 Perdón 

18-19 Epílogo Bendición comunitaria

Salmos de penitencia 

  • Salmo 6
  • Salmo 32
  • Salmo 38
  • Salmo 51
  • Salmo 102
  • Salmo 130
  • Salmo 143
Algunos versículos para considerar:

2 Samuel 12:1-14;  Salmos 25:6-11;  109:21-22;  Isaías 43:25;  Jeremías 9:23-24;  Miqueas 7:18-19;  Lucas 15:18-19;  18:13-14;  1 Timoteo 1:12-17;  1 Juan 1:5-10

2 Samuel 12:1-14: 

1 Y ENVIÓ Jehová a Natán a David: el cual viniendo a él, le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre. 

2 El rico tenía ovejas y vacas asaz: 

3 Mas el pobre ninguna cosa tenía, sino una sola cordera, que había comprado, la cual él había criado, y había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado de pan, y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su regazo: y teníala como a una hija. 

4 Y vino uno de camino al hombre rico: y él no quiso tomar de sus ovejas y de sus vacas, para guisar al caminante que le había venido: sino tomó la oveja de aquel hombre pobre, y aderezóla para el varón que le había venido. 

5 Entonces el furor se le encendió a David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte: 

6 Y que él pagará la cordera con el cuatro tanto: porque hizo esta tal cosa, y no tuvo misericordia. 

7 Entonces Natán dijo a David: Tú eres aquel varón. Así dijo Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saul. 

8 Yo te di la casa de tu señor, y las mujeres de tu señor en tu seno; además de esto, te di la casa de Israel y de Judá. Y si esto es poco, yo te añadiré tales y tales cosas.

9 ¿Por qué pues tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías Jetteo heriste a cuchillo, y tomaste por tu mujer a su mujer, y a él mataste con la espada de los hijos de Ammón. 

10 Por lo cual ahora no se apartará espada de tu casa perpetuamente, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías Jetteo, para que fuese tu mujer. 

11 Así dijo Jehová: He aquí, yo despierto sobre ti mal de tu misma casa: y yo tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual dormirá con tus mujeres en la presencia de este sol. 

12 Porque tú lo hiciste en secreto, mas yo haré esto delante de todo Israel, y delante del sol. 

13 Entonces dijo David a Natán: Pequé a Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha trasportado tu pecado; no morirás. 

14 Mas por cuanto con este negocio hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido muriendo morirá.

Salmos 25:6-11: 

6 Acuérdate de tus miseraciones, o! Jehová: y de tus misericordias, que son perpetuas. 

7 De los pecados de mi mocedad, y de mis rebeliones no te acuerdes: conforme a tu misericordia acuérdate de mí, tú, por tu bondad, o! Jehová. 

8 Bueno y recto es Jehová: por tanto él enseñará a los pecadores el camino. 

9 Encaminará a los humildes por el juicio; y enseñará a los mansos su carrera. 

10 Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, a los que guardan su concierto, y sus testimonios. 

11 Por tu nombre, o! Jehová, perdonarás también mi pecado; porque es grande.

Salmos 109:21-22: 

21 Y tú, Jehová Señor, haz conmigo por causa de tu nombre: escápame, porque tu misericordia es buena. 

22 Porque yo soy afligido y necesitado; y mi corazón está herido dentro de mí.

Isaías 43:25: Yo, yo soy el que raigo tus rebeliones por amor de mí; y no me acordaré de tus pecados.

Jeremías 9:23-24: 

23 ¶ Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni se alabe el valiente en su valentía, ni se alabe el rico en sus riquezas: 

24 Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar, en entenderme y conocerme, que YO SOY JEHOVÁ, QUE HAGO MISERICORDIA, JUICIO, Y JUSTICIA EN LA TIERRA; porque estas cosas quiero, dijo Jehová.

Miqueas 7:18-19: 

18 ¿Qué Dios como tú, que perdonas la maldad, y que pasas por la rebelión con el resto de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque es amador de misericordia. 

19 El tornará, él tendrá misericordia de nosotros, él sujetará nuestras iniquidades, y echará en los profundos de la mar todos nuestros pecados.

S. Lucas 15:18-19: 

18 Me levantaré, e iré a mi padre, y le diré: Padre, pecado he contra el cielo, y contra ti: 

19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo: házme como a uno de tus jornaleros.

S. Lucas 18:13-14: 

13 Mas el publicano estando lejos, no quería, ni aun alzar los ojos al cielo; mas hería su pecho, diciendo: Dios, ten misericordia de mí, pecador. 

14 Os digo que éste descendió a su casa justificado más bien que el otro; porque cualquiera que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.

1 Timoteo 1:12-17: 

12 ¶ Gracias doy al que me fortificó, a Cristo Jesús Señor nuestro, de que me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio: 

13 Habiendo yo sido antes blasfemo, y perseguidor, e injuriador; mas fuí recibido a misericordia, porque lo hice con ignorancia en incredulidad. 

14 Mas la gracia del Señor nuestro superabundó con la fe y amor que es en Cristo Jesús. 

15 Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida de todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 

16 Mas por esto fuí recibido a misericordia, es a saber, para que Jesu Cristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de creer en él para vida eterna. 

17 Al Rey de siglos, inmortal, invisible, al solo sabio Dios, sea honor y gloria por siglos de los siglos. Amén.

1 Juan 1:5-10: 

5 Pues éste es el mensaje que hemos oído de él mismo, y que os anunciamos a vosotros: Que Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. 

6 Si nosotros dijéremos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no hacemos la verdad. 

7 Mas si andamos en la luz, como él está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesu Cristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 

8 Si dijéremos que no tenemos pecado, engañámonos a nosotros mismos, y no hay verdad en nosotros. 

9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad. 

10 Si dijéremos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

Programa del Podcast:
  • Domingo – Enseñanza a través de libros de la Biblia.
  • Miércoles – Cómo reconocer una iglesia bíblica: Un estudio de la doctrina cristiana

Todos los versos usados ​​hoy son de la versión Reina Valera 1865