Si arrojas una piedra a una jauría de perros, el que da un gañido es el que recibe el golpe – El sermón del monte

Mateo 7:28-29: 

28 Y fue que como Jesús acabó estas palabras, las gentes se espantaban de su doctrina: 

29 Porque los enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

Enseñanza a través de libros de la Biblia    El sermón del monte 

Si arrojas una piedra a una jauría de perros, el que da un gañido es el que recibe el golpe.

 

Proverbios 8:5-6;  Jeremías 23:28-32;  Miqueas 3:8;  Mateo 13:53-58; 22:31-33; Marcos 1:21-22;  6:1-6; 11:17-18;  Lucas 2:42-50;  4:16-32; 21:12-19;  Juan 4:39-42; 7:12-18, 45-46; Hechos 6:8-15;  17:2-6; Hebreos 4:12-16; Apocalipsis 3:7-22

Mateo 7:28-29: 

28 Y fue que como Jesús acabó estas palabras, las gentes se espantaban de su doctrina: 

29 Porque los enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

Algunos versículos para considerar:

Proverbios 8:5-6: 

5 Entendéd simples astucia; y vosotros insensatos, tomád entendimiento: 

6 Oíd, porque hablaré cosas excelentes, y abriré mis labios para cosas rectas.

Jeremías 23:28-32: 

28 El profeta con quien fuere sueño, cuente sueño; y con el que fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene la paja con el trigo, dijo Jehová? 

29 ¿Mi palabra no es como el fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra? 

30 Por tanto, he aquí, yo contra los profetas, dice Jehová, que hurtan mis palabras, cada uno de su más cercano. 

31 He aquí, yo contra los profetas, dice Jehová, que endulzan sus lenguas, y dicen: Dijo. 

32 He aquí, yo contra los que profetizan sueños mentirosos, dice Jehová, y los contaron, e hicieron errar mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas; y yo no los envié, ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dijo Jehová.

Miqueas 3:8: Yo empero soy lleno de fuerza del Espíritu de Jehová, y de juicio, y de fortaleza; para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado.

S. Mateo 13:53-58: 

53 ¶ Y aconteció que acabando Jesús estas parábolas, pasó de allí. 

54 Y venido a su tierra, les enseñó en la sinagoga de ellos, de tal manera que ellos estaban fuera de sí, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría, y estas maravillas? 

55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María; y sus hermanos, Santiago, y Joses, y Simón, y Júdas? 

56 ¿Y no están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde pues tiene éste todo esto? 

57 Y se escandalizaban en él; mas Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su tierra, y en su casa. 

58 Y no hizo allí muchas maravillas, a causa de la incredulidad de ellos.

S. Mateo 22:31-33: 

31 Y de la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que es dicho por Dios a vosotros, que dice: 

32 Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de los muertos, sino de los que viven. 

33 Y oyendo esto las multitudes estaban fuera de sí de su doctrina.

S. Marcos 1:21-22: 

21 ¶ Y entraron en Capernaum; y luego los sábados entrando en la sinagoga enseñaba. 

22 Y se pasmaban de su doctrina; porque los enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

S. Marcos 6:1-6: 

1 Y SALIÓ de allí, y vino a su tierra; y le siguieron sus discípulos. 

2 Y llegado el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos oyéndole estaban atónitos, diciendo: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, que tales maravillas son hechas por sus manos? 

3 ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Santiago, y de Joses, y de Júdas, y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban en él. 

4 Mas Jesús les decía: No hay profeta deshonrado sino en su tierra, y entre sus parientes, y en su casa. 

5 Y no pudo allí hacer alguna maravilla: solamente que sanó unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. 

6 Y estaba maravillado de la incredulidad de ellos; y rodeaba las aldeas de al derredor enseñando.

S. Marcos 11:17-18: 

17 Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito, que mi casa, casa de oración será llamada de todas las naciones? mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. 

18 Y oyéronlo los escribas y los príncipes de los sacerdotes, y procuraban como le matarían; porque le tenían miedo, por cuanto toda la multitud estaba fuera de sí por su doctrina.

S. Lucas 2:42-50: 

42 ¶ Y como fue de doce años, ellos subieron a Jerusalem conforme a la costumbre de la fiesta. 

43 Y acabados los días, volviendo ellos, se quedó el niño Jesús en Jerusalem, sin saberlo José y su madre. 

44 Y pensando que estaba en la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes, y entre los conocidos. 

45 Y como no le hallasen, volvieron a Jerusalem, buscándole. 

46 Y aconteció, que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores, oyéndoles, y preguntándoles. 

47 Y todos los que le oían, estaban fuera de sí por su entendimiento y respuestas. 

48 Y como le vieron, se espantaron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con dolor. 

49 Entonces él les dice: ¿Qué hay? ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios que son de mi Padre me conviene estar? 

50 Mas ellos no entendieron las palabras que les habló.

S. Lucas 4:16-32: 

16 ¶ Y vino a Nazaret, donde había sido criado, y entró, conforme a su costumbre, el día del sábado en la sinagoga, y se levantó a leer. 

17 Y le fue dado el libro del profeta Isaías; y como desarrolló el libro, halló el lugar donde estaba escrito: 

18 El Espíritu del Señor es sobre mí, por cuanto me ha ungido; para dar buenas nuevas a los pobres me ha enviado; para sanar a los quebrantados de corazón; para publicar a los cautivos redención, y a los ciegos vista; para poner en libertad a los oprimidos; 

19 Para predicar el año agradable del Señor. 

20 Y arrollando el libro, como le dio al ministro, se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga se clavaron en él. 

21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura en vuestros oídos. 

22 Y todos le daban testimonio, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José? 

23 Y les dijo: Sin duda me direis éste refrán: Médico, cúrate a ti mismo: de tantas cosas que hemos oído haber sido hechas en Capernaum, haz también aquí en tu tierra. 

24 Y dijo: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su tierra. 

25 En verdad os digo, que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, que hubo grande hambre en toda la tierra: 

26 Mas a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a Sarepta de Sidón, a una mujer viuda. 

27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; mas ninguno de ellos fue limpio, sino Naamán el Siro. 

28 Entonces todos en la sinagoga fueron llenos de ira, oyendo estas cosas. 

29 Y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte, sobre el cual la ciudad de ellos estaba edificada, para despeñarle. 

30 Mas él, pasando por medio de ellos, se fue. 

31 ¶ Y descendió a Capernaum, ciudad de Galilea, y allí los enseñaba en los sábados. 

32 Y estaban fuera de sí de su doctrina; porque su palabra era con potestad.

S. Lucas 21:12-19: 

12 Mas antes de todas estas cosas os echarán mano, y perseguirán, entregándoos a las sinagogas, y a las cárceles, trayéndoos ante los reyes, y a los presidentes, por causa de mi nombre. 

13 Y os será esto para testimonio. 

14 Ponéd pues en vuestros corazones de no pensar antes como hayais de responder.

15 Porque yo os daré boca y sabiduría, a la cual no podrán resistir, ni contradecir todos los que se os opondrán. 

16 Mas seréis entregados aun por vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros. 

17 Y seréis aborrecidos de todos, por causa de mi nombre. 

18 Mas un pelo de vuestra cabeza no perecerá.

19 En vuestra paciencia poseéd vuestras almas.

S.Juan 4:39-42: 

39 Y muchos de los Samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio, diciendo: Me dijo todo cuanto he hecho. 

40 Mas viniendo los Samaritanos a él, le rogaron que se quedase allí; y se quedó allí dos días. 

41 Y creyeron muchos más por la palabra de él. 

42 Y decían a la mujer: Ya no creemos por tu dicho; porque nosotros mismos le hemos oído; y sabemos, que verdaderamente éste es el Cristo, el Salvador del mundo.

S.Juan 7:12-18: 

12 Y había grande murmullo acerca de él entre el pueblo; porque unos decían: Buen hombre es; y otros decían: No, antes engaña al pueblo. 

13 Mas ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo de los Judíos, 

14 Y al medio de la fiesta, subió Jesús al templo, y enseñaba. 

15 Y maravillábanse los Judíos, diciendo: ¿Cómo sabe este hombre letras, no habiendo aprendido? 

16 Respondióles Jesús, y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de el que me envió. 

17 El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si es de Dios, o si yo hablo de mí mismo. 

18 El que habla de sí mismo, gloria propia busca; mas el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.

S.Juan 7:45-46: 

45 Y los esbirros vinieron a los príncipes de los sacerdotes, y a los Fariseos; y ellos les dijeron: ¿Por qué no le trajisteis? 

46 Los esbirros respondieron: Nunca así ha hablado hombre, como este hombre habla.

Hechos 6:8-15: 

8 ¶ Empero Esteban, lleno de fe y de poder, hacía prodigios y milagros grandes entre el pueblo. 

9 Levantáronse entonces unos de la sinagoga que se llama de los Libertinos, y Cireneos, y Alejandrinos, y de los que eran de Cilicia, y de Asia, disputando con Esteban. 

10 Mas no podían resistir a la sabiduría, y al Espíritu con que él hablaba. 

11 Entonces sobornaron a unos que dijesen que le habían oído hablar palabras de blasfemia contra Moisés, y contra Dios. 

12 Y conmovieron al pueblo, y a los ancianos, y a los escribas; y arremetiendo, le arrebataron, y le trajeron al concilio. 

13 Y pusieron testigos falsos que dijesen: Este hombre no cesa de hablar palabras de blasfemia contra este lugar santo, y contra la ley; 

14 Porque le hemos oído decir: Que este Jesús Nazareno destruirá este lugar, y mudará las costumbres que nos dio Moisés. 

15 Entonces todos los que estaban sentados en el concilio, puestos los ojos en él, vieron su rostro como el rostro de un ángel.

Hechos 17:2-6: 

2 Y Pablo, como acostumbraba, entró a ellos, y por tres sábados razonó con ellos de las Escrituras, 

3 Declarando y proponiendo, que era menester que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que este Jesús, el cual yo os anuncio, es el Cristo. 

4 Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los Griegos religiosos una grande multitud; y mujeres nobles no pocas. 

5 Entonces los Judíos que eran incrédulos, movidos de envidia, tomando a algunos vagabundos, malos hombres, y juntando compañía, alborotaron la ciudad; y acometiendo la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo. 

6 Y no hallándolos, trajeron a Jasón y a algunos hermanos a las autoridades de la ciudad, dando voces, diciendo: Estos son los que trastornan el mundo, y han venido acá también;

Hebreos 4:12-16: 

12 ¶ Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos; y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas, y tuétanos; y que discierne los pensamientos, y las intenciones del corazón. 

13 Y no hay criatura alguna que no sea manifiesta en su presencia: antes todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. 

14 Teniendo pues un gran sumo sacerdote, que penetró los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos firme nuestra profesión. 

15 Que no tenemos un sumo sacerdote que no se pueda resentir de nuestras flaquezas; mas tentado en todo según nuestra semejanza, sacado el pecado. 

16 Lleguémosnos, pues, confiadamente al trono de su gracia, a fin de alcanzar misericordia, y hallar gracia para el auxilio oportuno.

Apocalipsis 3:7-22: 

7 Y escribe al ángel de la iglesia que está en Filadelfia: El Santo y Verdadero, el que tiene la llave de David; el que abre, y ninguno cierra; el que cierra, y ninguno abre, dice estas cosas: 

8 Yo conozco tus obras: he aquí, te he dado una puerta abierta delante de ti, y ninguno la puede cerrar; porque tú tienes una poquita de potencia, y has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. 

9 He aquí, yo doy de la sinagoga de Satanás, los que se dicen ser Judíos, y no lo son, mas mienten: he aquí, yo los constreñiré a que vengan, y adoren delante de tus pies, y sepan que yo te he amado. 

10 Porque has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la tentación, que ha de venir sobre todo el universo mundo, para probar los que moran en la tierra. 

11 Cata, que yo vengo prestamente: ten lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 

12 Al que venciere, yo le haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, que es la nueva Jerusalem, la cual desciende del cielo de mi Dios, y mi nombre nuevo. 

13 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. 

14 Y escribe al ángel de la iglesia de los Laodicenses: Estas cosas dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios: 

15 Yo conozco tus obras: que ni eres frío, ni caliente. Ojalá fueses frío, o hirviente; 

16 Mas porque eres tibio, y no frío ni hirviente, yo te vomitaré de mi boca. 

17 Porque tú dices: Yo soy rico, y soy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; y no conoces que tú eres cuitado, y miserable, y pobre, y ciego, y desnudo. 

18 Yo te aconsejo que de mí compres oro afinado en el fuego, para que seas hecho rico; y vestiduras blancas, para que seas vestido, y que la vergüenza de tu desnudez no se descubra; y unge tus ojos con colirio, para que veas. 

19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo: sé pues zeloso, y arrepiéntete. 

20 He aquí, que yo estoy parado a la puerta, y llamo: si alguno oyere mi voz, y me abriere la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. 

21 Al que venciere, yo le daré que se asiente conmigo en mi trono: así como yo también vencí, y me asenté con mi Padre en su trono. 

22 El que tiene oreja, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

 

Puede descargar este recurso gratuito para comenzar sus primeros pasos de discipulado:  http://profundizandoenlapalabra.org/wp-content/uploads/2020/11/Evangelio-de-Juan.pdf

Programa del Podcast:
  • Domingo – Enseñanza a través de libros de la Biblia.
  • Miércoles – Cómo reconocer una iglesia bíblica: Un estudio de la doctrina cristiana

Todos los versos usados ​​hoy son de la versión Reina Valera 1865