El pastor y el diácono – Un estudio de la doctrina cristiana

Creemos que existen dos oficios divinamente establecidos en una iglesia: los pastores y diáconos. Los pastores cuidan el rebaño. La palabra “diácono” quiere decir sirviente; los diáconos sirven al pastor en hacer su trabajo, y a la iglesia. Estos puestos deben ser ocupados por hombres con las cualidades que se establecen en Tito y 1 Timoteo.

Cómo reconocer una iglesia bíblica: Un estudio de la doctrina cristiana

El pastor y el diácono

Creemos que existen dos oficios divinamente establecidos en una iglesia: los pastores y diáconos. Los pastores cuidan el rebaño. La palabra “diácono” quiere decir sirviente; los diáconos sirven al pastor en hacer su trabajo, y a la iglesia. Estos puestos deben ser ocupados por hombres con las cualidades que se establecen en Tito y 1 Timoteo.

Tito 1:4-9

  1. A Tito, mi verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia, y paz de Dios Padre, y del Señor Jesu Cristo Salvador nuestro.
  2. Por esta causa te dejé en Creta, es a saber, para que corrigieses lo que falta, y pusieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé:
  3. El que fuere sin crímen, marido de una mujer, que tenga hijos fieles, que no puedan ser acusados de disolución, o que sean contumaces.
  4. Porque es menester que el obispo sea sin crímen, como el dispensador de Dios; no soberbio, no iracundo, no amador del vino, no heridor, no codicioso de torpe ganancia:
  5. Mas hospedador, amador de los hombres buenos, prudente, justo, santo, templado;
  6. Reteniendo firmemente la fiel palabra que es conforme a la doctrina; para que pueda exhortar con sana doctrina, y también convencer a los que contradijeren.

1 Timoteo 3:1-13

Palabra verdadera es esta: Si alguno apetece obispado, obra excelente desea.  Es necesario, pues, que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, vigilante, templado, de buenas costumbres, hospedador, apto para enseñar, No amador del vino, no heridor, no codicioso de ganancias torpes, mas moderado, no pendenciero, ajeno de avaricia:  Que gobierne bien su casa, que tenga sus hijos en sujeción con toda honestidad;  Porque el que no sabe gobernar su casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?  No neófito, porque hinchándose de orgullo, no caiga en condenación del diablo.  Y conviene que tenga también testimonio de los de afuera; porque no caiga en vituperio, y en lazo del diablo.  ¶ Los diáconos asimismo sean honestos, no de dos lenguas, no dados a mucho vino, no amadores de torpes ganancias:  Que tengan el misterio de la fe con limpia conciencia.  Y estos también sean antes probados; y así ministren, si fueren hallados irreprensibles.  Asimismo sus mujeres sean honestas, no detractoras, templadas, fieles en todo.  Los diáconos sean maridos de una sola mujer, que gobiernen bien sus hijos, y sus casas.  Porque los que ejercieren bien el oficio de diácono, ganan para sí un buen grado, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.

Algunos versículos para considerar:

Hechos 1:15-26

  1. ¶ Y en aquellos días Pedro, levantándose en medio de los discípulos, dijo: (el número de nombres de los que estaban juntos era como de ciento y veinte:)
  2. Varones y hermanos, era menester que se cumpliese esta Escritura, la cual dijo antes el Espíritu Santo por la boca de David, de Júdas, que fue el guía de los que prendieron a Jesús,
  3. El cual era contado con nosotros, y tenía parte de este ministerio.
  4. Este pues adquirió un campo con el salario de su iniquidad, y colgándose reventó por medio, y todas sus entrañas se derramaron.
  5. Y esto fue notorio a todos los moradores de Jerusalem, de tal manera que aquel campo sea llamado en su propia lengua Aceldama, esto es: Campo de sangre.
  6. Porque está escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su habitación, y no haya quien more en ella: y, Tome otro su obispado.
  7. Conviene, pues, que de estos varones, que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entró y salió entre nosotros,
  8. Comenzando desde el bautismo de Juan, hasta el día que fue tomado arriba de entre nosotros, uno sea hecho testigo con nosotros de su resurrección.
  9. Y señalaron a dos, a José, que se llama Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías.
  10. Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cual has escogido de estos dos,
  11. Para que tome parte de este ministerio, y apostolado, del cual cayó por prevaricación Júdas, para irse a su propio lugar.
  12. Y les echaron las suertes; y cayó la suerte sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles. 

Hechos 6:1-6

  1. En aquellos días creciendo el número de los discípulos hubo murmuración de los Helenistas contra los Hebreos, de que sus viudas eran menospreciadas en el ministerio cuotidiano.
  2. Así que los doce, convocada la multitud de los discípulos, dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, y sirvamos a las mesas.
  3. Considerád pues, hermanos, sobre siete varones de entre vosotros de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, los cuales pongamos sobre este negocio.
  4. Mas nosotros nos ocuparemos con diligencia en la oración, y en el ministerio de la palabra.
  5. Y plugo este parecer a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, y a Procoro, y a Nicanor, y a Timón, y a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía.
  6. A estos presentaron en presencia de los apóstoles: los cuales orando les pusieron las manos encima.

Hechos 13:1-4

  1. Había entonces en la iglesia, que estaba en Antioquía, profetas y doctores, como Barnabás, y Simón el que se llamaba Níger, y Lucio Cireneo, y Manaén, hermano de leche de Heródes el tetrarca, y Saulo.
  2. Ministrando pues estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartádme a Barnabás y a Saulo para la obra para la cual los he llamado.
  3. Entonces ayunando y orando, y poniéndoles las manos encima, los enviaron.
  4. Así que ellos, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia; y de allí navegaron a Chipre.

Hechos 20:28: Por tanto mirád por vosotros, y por todo el rebaño sobre el que el Espíritu Santo os ha puesto por sobreveedores, para apacentar la iglesia de Dios, la cual él ganó con su propia sangre.

2 Corintios 1:24:  No que nos enseñoreamos de vuestra fe; antes somos ayudadores de vuestro gozo, porque por la fe estáis en pie. 

1 Tesalonicenses 5:12-14

  1. ¶ Y, os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan;
  2. Y que los tengáis en la mayor estima, amándolos a causa de su obra: tenéd paz entre vosotros mismos.
  3. Os exhortamos, pues, hermanos, que amonestéis a los que andan desordenadamente, que consoléis a los de poco ánimo, que soportéis a los flacos, que seáis sufridos para con todos.

1 Timoteo 5:1: Al anciano no reprendas con dureza, mas exhórtale como a padre; a los jóvenes, como a hermanos;

1 Timoteo 5:17: ¶ Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doblada honra; y mayormente los que trabajan en la palabra y doctrina.

1 Timoteo 5:20: A los que pecaren repréndelos delante de todos, para que los otros también teman.

Tito 1:3: Y manifestó a sus tiempos su palabra por la predicación, que me es a mí encomendada por mandamiento de Dios nuestro Salvador:

Tito 2:15: Esto habla, y exhorta, y reprende con toda autoridad: nadie te tenga en poco. 

Hebreos 13:7: Acordáos de vuestros pastores, que os han hablado la palabra de Dios: la fe de los cuales imitád, considerando cual haya sido la salida de su conversación.

Hebreos 13:17: Obedecéd a vuestros pastores, y sujetáos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como aquellos que han de dar la cuenta; para que lo hagan con alegría, y no gimiendo; porque esto no os es útil.

1 Pedro 5:2-3

  1. Apacentád el rebaño de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de él, no por fuerza, mas voluntariamente: no por ganancia deshonesta, sino de un ánimo pronto;
  2. Y no como teniendo señorío sobre las herencias de Dios, sino de tal manera que seáis dechados de la grey.

Apocalipsis 1:20: El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y los siete candelabros de oro. Las siete estrellas, son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candelabros que viste, son las siete iglesias. 

Programa del Podcast:
  • Domingo – Enseñanza a través de libros de la Biblia – el sermón del monte 
  • Miércoles – Cómo reconocer una iglesia bíblica: Un estudio de la doctrina cristiana

Todos los versos usados ​​hoy son de la versión Reina Valera 1865

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