El valor del hebreo y el griego para los ministros
- Sin algún conocimiento de hebreo y griego, no se pueden entender los comentarios críticos sobre las Escrituras, y un comentario que no es crítico tiene un valor dudoso.
- Sin algún conocimiento de hebreo y griego, no puede satisfacerse a sí mismo ni a los que buscan ayuda en cuanto a los cambios que encontrará en el Antiguo y Nuevo Testamento revisados.
- Sin algunos conocimientos de hebreo y griego, no se pueden apreciar las discusiones críticas, ahora tan frecuentes, relacionadas con los libros del Antiguo y Nuevo Testamento.
- Sin algún conocimiento de hebreo y griego, no puede estar seguro, en un solo caso, de que en su sermón basado en un texto bíblico, está presentando la enseñanza correcta de ese texto.
- Sin algunos conocimientos de hebreo y griego, no se puede ser un estudiante independiente o un intérprete confiable de la palabra de Dios.
- Con el mismo método, bajo las mismas circunstancias, el mismo alumno, en un año, con la ayuda del Antiguo Testamento interlineal, se puede obtener tanto conocimiento del hebreo como se puede obtener del latín en tres años. El griego, aunque algo más difícil, puede adquirirse fácilmente en un breve período con la ayuda del Nuevo Testamento interlineal (que contiene un léxico) y una gramática griega elemental.
- El idioma hebreo tiene, en total, alrededor de 7,000 palabras, y de estas 1,000 aparecen en el Antiguo Testamento más de 25 veces cada una.
- La gramática hebrea tiene una sola forma para el pronombre relativo en todos los casos, números y géneros; pero tres formas del pronombre demostrativo. Las posibles formas verbales son unas 300 en comparación con las 1200 que se encuentran en griego. Prácticamente no tiene declinación.
- Dentro de diez años, el hombre promedio pierde más tiempo en lecturas infructuosas y charlas indiferentes, del que usaría para adquirir un buen conocimiento práctico del hebreo y griego que a su vez impartiría a su enseñanza esa cualidad de independencia y confiabilidad que tanto realza la capacidad para enseñar.
- No hay un ministro de cada diez que no encontraría el tiempo y la oportunidad para estudiar el hebreo y el griego, si lo hiciera, que le permitiera hacer un uso completamente práctico de él en su trabajo como predicador y maestro de la Biblia.
Traducción al castellano de las notas escritas en inglés del libro The Interlinear Literal Translation of the Greek New Testament de George Ricker Berry 1897
Para leer el libro en inglés:
1897: https://archive.org/details/interlinearliter00ber/page/n5/mode/2up
1897: https://archive.org/details/newgreekenglishl00berr/page/n5/mode/2up
1920: https://archive.org/details/interlinearliter00berr/page/n5/mode/2up
Lecciones básicas y prácticas para aprender griego bíblico